El castillo de Guimarães, en Portugal, localizado en el distrito de Braga, tiene una cierta nota de la suavidad lusa.
Es preciso haber estado en Portugal o tener en las venas sangre portugués – y por extensión brasileño – para poder saborearlo bien.
Ese castillo, todo de piedra, es un encanto.
Su aspecto exterior es muy noble. Con ventanas ornadas de vitrales teniendo dibujos bastante armoniosos.
Las proporciones son muy agradables, sin presentar nada de agresivo y sabiendo guardar bien las distancias y las jerarquías.
Para hacer una comparación a la manera del turista moderno, su dimensión equivaldría al área de unos tres o cuadro canchas de fútbol.
Fifth Horizon
Hace 1 día